From Gassho by Unryu Blog
Entre curtidos guerreros y delicadas guerreras las gotas de lluvia golpean con frenesí el escudo protector de las almas que eligen su destino.
Uno de los “efectos dominó” de los que practican Ninjutsu o Ninpo es el desarrollo de su paciencia. Mantenerse firmes con sus verdaderas emociones a buen recaudo para no ser expropiados de ellas por quienes como costumbre adictiva poseen tomar lo ajeno como propio tal y como se fueran merecedores de ese privilegio.
Se dice que existen tres tipos de paciencia. No digo que yo esté de acuerdo aunque si me gustaría ponerlas sobre la superficie para poder explorar e investigar a microscopio este concepto.
Por un lado“la paciencia en situaciones difíciles de la vida”, por otro lado “la pacienciaen relaciones interpersonales”y por último “la paciencia en la vida cotidiana”.
Si bien parece haberse diferenciado de una manera estructurada y comprensible, el destino final no deja de ser las maneras en las que enfocamos nuestras situaciones cotidianas y vitales. Especialmente en las adversidades la paciencia parece tomar un papel vital, revitalizante y crucial. Ante las adversidades y que en muchas ocasiones las consideramos como fracasos es cuando tenemos la oportunidad de poner sobre la mesa nuestra fragilidad. Es una oportunidad de encaramarnos a nuestra vulnerabilidad y entonces practicar “la mente exploradora y observadora” y no tanto la enjuiciadora.
Observo y me observo y ¿Qué ocurre? Pues ocurre que se ilumina la apreciación común de considerar la resignación como la única respuesta. Incluso comportándose como alguien resignado se alega que han aceptado.
No es lo mismo. No, no lo es!
La resignación es negar una realidad y eso consecuentemente desemboca en pensar firmemente que no hay ninguna opción de hacer frente a la situación.
Demasiadas personas resignadas anuladas por sus propios prejuicios y preconceptos destructores. Aniquilan sus propias capacidades de brillar apagando su propia luz, culpando a unos y a otros, al mundo, a las mascotas, al vecino, al libro que leyó, a la música que escucha; usando la culpabilización externa como una reyerta contra si mismo denominada excusas y excusas. Y todo para no encender la luz o quizás para no dejar de apagar su propia luz.
No era este el objetivo cuando nacimos. Lo hicimos para vivir una vida maravillosa, aprendiendo de lo que no nos parece tan maravilloso y siendo capaces de aplicar La alquimia y conseguir la transformación tan valiosa de lo que parece tan nefasto y no lo es.
Finalmente si te centras y focalizas en lo que te falta, en lo que crees que son tus carencias, en lo que es más difícil pues ya sabes…
Tu decides hacia donde mirar. Y obviamente no se acaban las adversidades, pero aparece el gran cambio, y es verlas con otra y mejor perspectiva.
Existe algo maravilloso que se llama resiliencia y que ha está siendo expuesto a muchos estudios. Siempre existió aunque no se conceptualizara. No es mi deseo extenderme en esta área ya que hay cientos de textos y estudios realizados. Aunque si subrayar que las personas resilientes reúnen tres características esenciales:
1. Una aceptación obstinada de la realidad
2. La profunda convicción de que la vida tiene un sentido
3. Habilidad increíble para improvisar.
Y solo por si alguno de los lectores se le complica este término tan en boga en estos días. Resiliencia viene a ser la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas y salir fortalecida de la situación mediante la resignificación de su vida.
La vida es tan maravillosa y luminosa!
Abrazos fuerte,
Pedro Fleitas González